Así de simple, sé detallista con los tuyos. Es muy fácil y muy barato.
Se pueden tener detalles tangibles y otros que no, pero ahí estás, buen líder, tú conoces el gusto de los tuyos.
Por muy poco importe, puedes regalar algo material o experiencias. Personalmente, soy más partidario de lo último.
Como ejemplos de regalos sencillos, tienes tangibles (un libro, una botella de vino, dispositivos electrónicos, un disco, algo decorativo, etc. ) o experiencias (sesión de algún tipo de terapia o masaje, una escapada, una cata o una comida con la compañía que elija, suscripción a algo que le guste, etc.) También los vales regalo son otra opción, incluso para esas personas que tienes lejos en tu día a día y se las puedes hacer llegar cómodamente.
Hoy en día, además, las opciones de compra por internet y de envío a dónde quieras, te facilitarán mucho la tarea.
La cuestión es, ¿eres detallista? En los últimos tiempos, con los tuyos, ¿cuántos detalles has tenido? ¿es una práctica habitual? ¿te centras en el detalle para la persona y lo eliges con mimo? ¿has llegado incluso a considerar una pequeña partida de tu presupuesto para ello?
A todos nos gusta que nos valoren, incluso las pequeñas acciones y si el detalle está personalizado a nuestros gustos y elegido desde el cariño, más aún.
Líder, no escatimes en saber qué les gusta a los tuyos, qué aficiones tienen, qué hacen en su tiempo libre. Porque además, todo ello repercutirá también en su desempeño.