¿Te empuja el viento? ¡Directivo a dirigir! (20)

Como en la foto, el viento nos mueve y mueve nuestra empresa en una dirección preferente.

Lo fácil es dejarse llevar, ir dónde los demás, que el mercado, el cliente, que la situación sociopolítica y económica nos empujen.

Pero, ¿es eso lo mejor?

No, capitán, el rumbo de tu empresa no lo marca el viento. ¡Lo decides tú! Continuar leyendo «¿Te empuja el viento? ¡Directivo a dirigir! (20)»

Paga con cacahuetes y contratarás monos. ¡Directivo a dirigir! (19)

Si pagas con cacahuetes, ¿qué esperas encontrar? ¿a quién vas a fichar?

En tus manos está el elegir la política salarial a implantar. La realidad es que, al menos, tienes que cumplir los mínimos del convenio. ¿Es suficiente? En ciertas posiciones creo que no. Depende de tu sector, de tu competencia, de tu entorno y, sobre todo, de ti. Continuar leyendo «Paga con cacahuetes y contratarás monos. ¡Directivo a dirigir! (19)»

Liderar desde el amor. ¡Directivo a dirigir! (16)

Hay mucho escrito sobre estilos de dirección y liderazgo. Lo que está claro es que liderar va de dirigir un equipo, de acompañarlo, de llevarlo por un camino, de orientarlo a una meta, de lograr unos resultados juntos y de desarrollarnos. Es una relación persona – persona,  con el plus de persona – grupo.

Y, para estar en los mejores equipos de alto rendimiento, la única forma de liderar es desde el amor. Desde el amor a nuestros equipos, a cada persona del mismo, queriéndole, valorándole, asumiéndole como es, potenciando sus habilidades y sus puntos de mejora, desarrollándole. Continuar leyendo «Liderar desde el amor. ¡Directivo a dirigir! (16)»

Tus vacaciones son ¡tuyas!

Pues eso tus vacaciones son ¡para ti!  Esto es:

– Dedícate a ti. Aprovecha tu tiempo.

– Dedícate a los tuyos. Disfrútalos en estos días especiales.

– Deja tu mente en blanco en la medida de lo posible.

– Reconecta con tu entorno y la naturaleza. Continuar leyendo «Tus vacaciones son ¡tuyas!»

El vector de tu empresa. ¡Directivo a dirigir! (15)

Tu empresa es un vector, definido por su módulo, su dirección y su sentido. Y a ti te toca plantearlo en cada momento. Para llegar a tu objetivo deberás regular permanentemente cada uno de ellos, pero ojo cuándo y por qué los modificas.

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