Las vacaciones. Algo necesario para tu #ACTitud, ¡y la de los tuyos!

Todos necesitamos descansar. Y tú, también.

Por ello, descansa, pero también, líder, facilita a los demás que lo hagan.

Para empezar, empieza por cogerte vacaciones. Ya sabes lo que son y que son necesarias. Hay mucho escrito al respecto y potenciarán tus mejores resultados a la vuelta.

Una vez aclarado esto, reflexiona, ¿cómo deben ser tus vacaciones?

En primer lugar, deben ser tuyas. Así que elige, ¿qué quieres hacer? ¿monte o playa? ¿relax o visitas culturales? ¿cerca o lejos? ¿me voy o me quedo unos días en el pueblo? Decide, pero considera, además de apetencias, qué momentos puedes necesitar para ti, para estar contigo mismo.

Luego viene el tema de las rutinas. ¿Necesitas una rutina de vacaciones? O, por contrario, vas a desprenderte del reloj dejar fluir tu tiempo. Hay para todos los gustos.

Donde ya no hay elección en la desconexión. Lo tienes que hacer y para eso son las vacaciones. Desconecta de tus trabajos y de tus rutinas del resto del año. ¡Cómo sea! Para ello, también encontrarás muchos decálogos escritos, empieza por alejarte del móvil del trabajo, de mirar tus correos electrónicos y de estar pendiente de esas cuestiones que te consumen el día a día.

Luego, la consciencia de ti mismo. ¿Dónde te encuentras mejor contigo mismo? Pues hazlo. Si es desayunando con el periódico tranquilamente, paseando o disfrutando de ocio con familia y amigos, hazlo. ¡Disfrútate!

Personalmente, voy a disfrutar mucho de mi hija, de tiempo de calidad juntos, pero a la par, me voy a dejar huecos para mí, para mi mar, para mi lectura, para caminar, andar en bici o desempolvar mis cañas de pescar. También aprovecharé para estar con familia y amigos, y para aclarar la garganta de arena con la caña del chiringuito en una puesta de sol mediterránea.

Tu equipo también tendrá vacaciones, ¿verdad? Pues entonces, buen líder, antes de irte piensa en los tuyos. ¿Les has preguntado cómo están? ¿Cómo llegan a estas alturas del año? ¿Te has interesado por sus planes de vacaciones? ¡Hazlo!

Y, con todo lo escrito anteriormente, ¡déjalos ir!, dales también esa tranquilidad, no les llames al móvil de la empresa -menos aún al particular, ¡eh!-, no les envíes mails, etcétera.

Disfruta de ti, de tus vacaciones y haz disfrutar a los tuyos, a tu equipo, a tu familia y a tus amigos. ¡Os lo merecéis!

Una vez más, nuestro amigo  Andrés de La Ossa nos  acompaña con una foto veraniega que espero te inspire, como a mí me ha hecho.

Y si el concenido de esta web te aporta, no te olvides de suscribirte para estar al día, aquí mismo en la parte derecha.

11 respuestas a «Las vacaciones. Algo necesario para tu #ACTitud, ¡y la de los tuyos!»

  1. A veces creo que no sabemos disfrutar de nuestras vacaciones, se nos ha pasado el tiempo y tenemos una sensación extraña de no haber hecho nada; ni bueno ni malo: «nada».
    Lo mismo que se nos ha enseñado a trabajar también deberíamos aprender a descansar… A descubrirnos a nosotros mismos otros talentos, aficiones, actividades…

    Mañana…

    1. Gracias, por tu comentario, Nacho.
      No puedo estar más de acuerdo. En el fondo, nos amoldamos a nuestra rutina diaria y parece que cuando tenemos tiempo para otras cosas sólo queramos hacer «chof» y fundirnos en el no hacer nada. Para mi, mejor romper la estructura con #ACTitud, con nuevas actividades que en el resto del año no tengo tiempo y poder hacer cosas diferentes que me llenan y me sacan de ese estado.

  2. Volvemos a lo de casi siempre en las pymes en España, aunque pertenezcan a grupos mayores, aquí les da algo por conceder vacaciones, menos gente siendo controlada, menos tiempo luz encendida y cómo bien dices siempre tendrás una llamada o un email para recordarte y si puedes des solución en tus vacaciones…..
    Buenas vacaciones con esos proyectos de verano y #ACTitud.

  3. Buenos días, amigo Ángel y al resto de los lectores de este blog.

    Como dice Nacho «… hay que aprender a descansar», es decir, aprender a concederse vacaciones. Y no es ninguna tontería; estamos tan metidos en nuestras actividades que no sabemos parar. Y no sabemos parar porque «antes», hace cuarenta años (cuando yo era un mozo) todo el mundo, si no se paraba, si que se ralentizaba entre el final de junio y el principio de septiembre. Nuestras vacaciones eran de 3 meses y con la familia, nos pasábamos un mes entero de vacaciones. Los apartamentos se alquilaban por meses (que tiempos) cuando ahora, si te vas una semana (no digo dos) lo haces con un poco de resquemor (me tienen que contestar los de …, ¡que pasa con esto (lo que sea)! o «cuando vuelva de vacaciones ¿se habrá metido alguien de ocupa en casa?».
    Los tiempos han cambiado; el mundo no para y a las personas nos empujan a no parar.
    Algo estoy haciendo mal (me preocupa no saber distinguir lo poco que debo de estar haciendo bien).

    Un saludo a toda la concurrencia.
    Disfrutar de vuestras vacaciones.

    1. Gracias, Álvaro, por tu reflexión.
      Buen análisis y merece espacio aparte al analizar cómo, en tan pocos años, han cambiado nuestras pautas sociales de vacaciones.
      Hemos pasado de un extremo a otro y, personalmente, agradezco al menos diez días para poder descansar bien y desconectar de la la rutina.
      Un abrazo.

  4. Si uno solo desconecta cuando se está de vacaciones, malo. Porque no hay tantas vacaciones. Hay que desconectar todos los días del año. Se acabó el trabajo, pues olvídate de él! Ahora toca vida familiar, ocúpate de los tuyos. Pero tampoco puedes dedicar toda tu vida a los tuyos. Deja tiempo para ti mismo. Decirlo es muy fácil . Llevarlo a cabo es bastante difícil . Supone un entrenamiento mental constante para que los problemas que podamos tener en el trabajo , en la familia, en el entorno, nos nos arrastren y entremos en un bucle que nos impida ocuparnos de nosotros mismos. Pero merece la pena intentarlo.

    1. Pues sí, así es. Y si no somos capaces de cuidarnos nosotros mismos y estar en las mejores condiciones, mal estaremos para hacerlo con los nuestros, tanto en casa como en el trabajo.
      Gracias, Raquel.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *