Y no te hablo hoy de televisiones. Te estoy hablando de Liderazgo y Comunicación para la Delegación. ¿Tienes capacidad para ello?
Lo hemos oído mil veces, lo hemos hecho unas pocas y nos cuesta, pero es fundamental como directivos.
Tenemos que saber qué equipo tenemos, cómo es cada una de las personas que lo componen, para poder delegar adecuadamente en cada uno de ellos. Eso, ya de por sí, a veces es complejo y aunque hay mucho escrito sobre ello, nos cuesta.
Lo más complicado es tener una buena sistemática. Al final, caemos en la comodidad y esto nos restará eficacia final. También repercutirá esa carencia en que muchas veces no hacemos llegar el mensaje que realmente queremos transmitir.
Analicemos varios aspectos:
Primer análisis de comunicación y sistemática
Con tu equipo, debe estar todo muy claro. Cada integrante debe saber qué se espera de él individualmente y dentro del propio grupo.
En primer lugar tú, líder, debes saber qué quieres. Tú llevas el timón del barco, así que te toca transmitir al resto el rumbo, el destino colectivo y las pautas individuales para su logro. La carta de navegación debe ser transmitida a cada gran tripulante que tienes contigo adaptado para una buena recepción del mensaje Siempre muy definido su rol personal y también el grupal. Esto, sistemáticamente.
Procedimental y rigurosamente, debes asegurarte de que ese mensaje lo has transmitido correctamente. Si la otra parte ha entendido otra cosa, amigo, es tú problema. Utiliza preguntas, técnicas de espejo o rebote de comunicación para cerciorarte de que el mensaje recibido es el emitido.
Parte de este proceso es registrar lo comentado, repasándolo al final de la sesión con tu interlocutor.
En tus manos está, dependiendo del grado de madurez de tu equipo, gestionar el qué delegar, cómo hacerlo y cómo realizar su seguimiento.
Si tienes la más mínima duda en cualquier aspecto, vuelve a preguntar. Cerciórate y envía un resumen escrito de lo hablado. Pauta en él las acciones, responsables, objetivos e indicadores de seguimiento, plazos y toda la información relevante que consideres.
Segundo análisis. Más comunicación sistemática
En tiempos posteriores, sigue siendo sistemático, de modo más fresco, como líder, apoyando a los tuyos. No te olvides de ellos entre reunión y reunión. A la par, haz que esto no se perciba como control extremo y presión, porque no es el objetivo.
De nuevo en función del perfil y nivel de madurez de tu equipo, puedes tener acciones puntuales de comunicación verbal o escrita, interesándote por cómo va todo y de modo siempre asertivo. Esto les facilitará el trabajo y se sentirán apoyados.
Tercer análisis. Los seguimientos parciales planificados
Márcatelos en tu agenda y que ellos también lo hagan. Todos debéis saber cuándo y qué vais a revisar. Sé buen líder y respeta esas fechas y horarios, eso es sagrado. Las acciones agendadas no con tu equipo son las más importantes, no les falles o ellos también serán laxos y caerán en la desmotivación. Si tienes que introducir algún cambio de agenda, siempre por motivo justificado, hazlo con tiempo y de forma organizada. Piensa cómo puede sentirse tu compañero.
Durante la reunión de seguimiento, más de lo mismo. Los mensajes bien comunicados y posteriormente, verificar de nuevo que ha llegado como deberían y las acciones pendientes se mantienen actualizadas para ambas partes.
Aprovecha los seguimientos objetivamente para ir sacando conclusiones, para analizar el grado de cumplimiento. Pero también subjetivamente, que te diga lo qué le ha costado, lo que no, y cómo se siente con lo realizado. Utiliza todas tus herramientas para apoyar el desarrollo profesional y personal de tu tripulación.
En la fase final, haz lo mismo y evalúa el resultado obtenido, dejando todas las cuestiones pendientes cerradas. Aprovecha también para hacer esa lectura subjetiva y constructiva con los tuyos.
De este modo empoderarás a los tuyos, los motivarás, crecerá el nivel de compromiso del equipo, por lo que llegarás a tener más capitanes a los que poder dejar mover las velas y coger el timón.
Como resumen, el delegar, el liderar, debes gestionarlo siempre desde una comunicación efectiva. El mensaje recibido tiene que ser el mismo para todos. Ten una sistemática definida y consciente para “estar” con los tuyos en los momentos claves y también entre medias, con más comunicación y apoyo constante.
¿Cómo lo ves? ¿fácil? O, ¿nos cuesta comunicar más de los que pensamos?
¿Delegamos bien? O, simplemente, ¿traspasamos acciones a ejecutar a los nuestros?
¿Hacemos un buen seguimiento? O, finalmente nos decepcionamos porque hay cosas que no salen como quisiéramos.
Ten en cuenta que, la responsabilidad del proceso, es tuya.
¡Qué buen artículo! ¡Gracias!
Da para una extensa conversación ya que hablamos de coherencia, claridad, empatía, asertividad…
«Ningún viento es favorable para quien no sabe a dónde se dirige «
Muchas gracias a ti, Marisa.
Y así es, no conozco otro modo de liderar sin todos esos valores y habilidades que mencionas y con ellos saber orientar las velas. Aunque cambien el rumbo, hay que saber llegar al destino.
Buenos días, amigo Ángel y demás participantes,
Este es uno de los mejores artículos que has escrito sobre la Dirección de RR.HH., amigo.
Confío que no te importe que lo «adopte», por supuesto, manteniendo tu autoría no sólo del texto, sino también del concepto.
Un saludo, amigo.
Muchas gracias, Álvaro.
Encantado de que sea útil el artículo y, por supuesto, libremente puedes compartirlo.
Más que orientado a la dirección específica de rrhh, entiendo que es una habilidad a desarrollar por cualquier directivo con equipos a los que liderar.
Un abrazo fuerte.
Muy interesante Ángel. Ahora que paulatinamente nos estamos reincorporando a la oficina después de semanas viéndonos las caras solo en la pantalla, es imprescindible reunir al equipo y comunicar bien la realidad y como van a ser las cosas. Escuchando lo que todos tiene que decir y explicando los cambios que vienen. Hay mucha incertidumbre y dudas, que es necesario despejar en la medida de lo posible para conseguir la implicación de todos
Muchas gracias y muy buen ejemplo, JMMaestre.
Cierto es que el artículo hace ya tiempo que lo escribí, en una situación normal, pero en estos tiempos y con la vuelta al trabajo e incluso con la implantación de más teletrabajo, el saber qué delegar y cómo comunicar es vital en el líder actual, tanto para mantener el rumbo de la empresa como la cohesión del equipo. Un abrazo.
Como te he comentado, me ha encantado éste artículo. Con tu permiso, lo quiero compartir en Linkedin. Espero que no te importe,
Saludos
Muchas gracias, Carmen, por apreciar el artículo y por ti generosidad para compartirlo. Un lujo que sea útil y tenga si difusión. Un saludo.