En nuestra empresa, muchas veces decimos -y oímos- el famoso «voy a». Una vez tras otra: voy a hacer, voy a deshacer, voy a mejorar, voy a ampliar, voy a contratar,… «voy a…», «voy a…»
Tanto lo repetimos que, al final, de lo que decimos, hacemos la mitad de la mitad. Es entonces cuando el «voy a» se transforma en una «boya», vamos en un punto de anclaje estático y en inacción.
Por ello, seamos claros y no nos engañemos, pasemos a la #ACTitud. Hagamos lo que decimos, documentemos y comuniquemos esas acciones.
Las acciones deben estar escritas. Definido su por qué, su para qué y su cómo, su planificación completa. Documentaremos acciones concretas, sus plazos, sus responsables, los recursos necesarios que voy a destinar (personas, equipos de producción, costes), unos indicadores de seguimiento objetivos, cuantificados los resultados esperados, su frecuencia de seguimiento y con anotaciones periódicas. Todo ello con comunicación a los actores implicados.
Si no, de tanto decir voy a, voy a, voy a, acabaremos fondeados en una boya como la de la foto.
Muy bien Angel. Para ilustrar el «menos decir y más hacer» se me ocurre un símil mejor que el de la boya: el del político. No seamos como ellos, que hablan, prometen y dicen que van a… y luego nada.
Muchas gracias, Sr. Maestre. Menos mal que queda gente de la calle, la sociedad civil, los que pensáis en el bien común desde la #ACTitud.